Por Yarely Hernández
16 de octubre de 2023. La contaminación ha dejado una huella innegable en nuestro planeta, y un claro ejemplo de ello es “Glass Beach” en Fort Bragg, California, también conocida como “Playa de Vidrio”. Durante dieciocho años, esta hermosa costa fue utilizada como vertedero de basura por los residentes locales, pero su historia tiene un giro sorprendente.
En 1967, la Costa Norte de Aguas de Calidad prohibió arrojar basura en esta playa, marcando el comienzo de un proceso de limpieza que duró aproximadamente treinta y cinco años. A lo largo de ese tiempo, el mar desempeñó un papel crucial al pulir y devolver a la orilla miles de fragmentos de vidrio, creando así la peculiar y famosa “Glass Beach”. Antes de su transformación, esta playa era conocida como “The Dumps”.
Glass Beach forma parte del Parque Estatal MacKerricher y es propiedad del estado de California. Es importante destacar que está estrictamente prohibido llevarse fragmentos de vidrio como recuerdo, ya que estos fragmentos son una evidencia conmovedora del daño que la contaminación puede causar a nuestro entorno natural.
Esta historia de transformación nos recuerda la importancia de cuidar y proteger nuestro planeta. A través de esfuerzos de limpieza y concienciación, incluso los lugares más afectados por la contaminación pueden recuperarse y convertirse en testimonios vivientes de la resiliencia de la naturaleza.